domingo, 26 de marzo de 2017

Cosmética y moda en las redes: una opinión particular

Nuevamente el animal comunicativo global que llevo dentro se ha despertado. A veces no es más que una imagen, una tendencia o un comentario que, aunque de pasada, va ronroneando dentro de mí aumentando su escala de decibelios y luchando por plasmarse en un lienzo blanco.
Quizás cuando termine de redactar y relea me encontraré que he lanzado una tormenta de opiniones, sensaciones e ideas inconexas entre sí, como cuando me enfado y pierdo el horemus del hilo argumental.

Vaya por delante lo que l@s que alguna vez me habéis leído ya sabéis o intuís, me gusta la moda y la cosmética, no como un mantra, sino como quién le gusta montar maquetas, coleccionar sellos o es un forofo de un deporte, ni más ni menos. Me puede encantar un bolso sin nombre de Zara o los Boy y Puzzle de Chanel y Loewe. Unos me los podré comprar (a veces), los otros..... me conformaré con adquirir la revista dónde verlos y entrar con cara "a mi no me mires que sólo vengo a tocarlo" en la boutique de marras. Soy consciente de mi capacidad económica y de que, como la mayoría de los mortales, mi cuenta da bocanadas luchando por no ponerse en rojo.

En fin... a lo que iba. Tengo el absoluto convencimiento que vestir bien y maquillarse es totalmente subjetivo, no soporto que me impongan cómo debo ir (para eso me las pinto sola) ni las tendencias ni las bloggers ni las instagramers de turno, no me mal interpretéis me encanta que nos den soluciones para el día a día, adoro las entradas de Diana "Entre brochas y paletas"  o Kira "El ataque de los clones modiles", suspiro por algunos estilismos de Estefanía "Con dos tacones" o de Silvia "Bartabac", e inevitablemente siento predilección por algunas modelos o actrices. Todo lo que sea constructivo. 

Pero, por favor, que me intenten colar que ciertas tendencias son lo más para el día a día, para coger el metro, ir a trabajar, ir al cole por los niños y hacer la compra en el mismo día es rizar el rizo y sin despeinarse. No todas (digamos que el 95% de la población femenina) soportamos estoicamente la tortura de llevar tacones de 7 cms para arriba (admiro a las que sí), no soy capaz de salir de casa con un calzado pelo estilo Chewbacca barriendo la acera o calcetines colegiala debajo de unas sandalias, de llevar chándal con tacones o ir por la calle en pijama (a lo más camiseta con blonda). No señores, esta muy bien en la pasarela, me parece fantástico a las que lo lleváis dignamente en las redes porque os encanta pero a mi no, y lo digo alto y claro sin esperar réplica.

Imágenes Zara, Gucci y Prada

En menor medida tampoco soy capaz de gastarme dinero en unos pantalones o cazadora tejanos rotos, parcheados o con miles de cuentas multicolor.

Imágenes Zara

Y que conste que si veo alguno que me llame no lo descarto. Por ejemplo, la cazadora tejana con lazada de Zara que ya ha puesto de moda Selena Gómez me encanta a rabiar hasta que veo los rotos de las coderas y el deshilachado de la parte inferior. La vi este viernes en la tienda, y miedo da.


Y no por ello no sé de moda ni dejo de tener estilo, simplemente mi día a día me guía por otros derroteros, llámese falta de tiempo, cansancio o dejadez. Es mi forma de ser y punto, o falta de fuerza de voluntad, ves a saber, como los que son capaces de llevar a término la operación bikini sin pecar un sólo día, los aplaudo y los admiro, en la misma proporción que aplaudo relajarme tomando una cerveza con unas bravas aún sabiendo que la báscula me hará arrepentirme.

Me arreglo cada día porque me gusta y no me veo de otra manera, al igual que durante el día no me retoco y acabo con los pelos en un moño porque estoy cómoda y ya me olvido de como voy o no. En fin, ni soy perfecta ni pretendo serlo y por descontado si queréis ir con calcetín y tacón o pijama por la calle y os sentís bien, perfecto también. Voy a seguir mirando a las mujeres que consiguen llegar impolutas a las cinco o seis de la tarde, porque oye, esta bien que lo consigan, ni las envidiaré ni las criticaré, me llamarán la atención porque no es lo habitual y si consigo sacar alguna idea del estilismo que lleven en ese momento gracias.

Yo seguiré intentando ocultar a mi misma mis imperfecciones, paseando con mayor o menor acierto mi estilo habitual por el paseo Marítimo de mi querida ciudad que empieza a despertar con la subida de las temperaturas. E intentando buscar un hueco de varias horas para coincidir con mi insustituible peluquera que tape el desgaste de los años. O que la próxima vez que recuerde que tengo exfoliante o una mascarilla en casa no haya pasado un año.

En definitiva, que las tendencias tienen que ser una orientación de lo que se lleva cada temporada, no una obligación. Que si el rojo combinado con rosa se lleva y a ti te parece un disparate, perfecto; que cuando se combinan más de dos colores se te ponen los pelos de punta, perfecto también.... que unas zapatillas con pelo te parece lo más, ok, que yo me maquillo cada día y ti te parece una pérdida de tiempo, me parece normal.... dejemos de intentar que el de al lado lleve nuestro camino.....